Cuantas veces habéis oído esa frase de….”la belleza empieza en la limpieza….”, pues bien, debéis saber que es totalmente cierta.
Lo primero que hay que hacer para tener una piel sana es tener un programa completo de limpieza y así nuestra piel estará mejor y mas preparada para recibir los tratamientos faciales posteriores….. Nos maquillemos o no, siempre es necesario.
Realizaremos la limpieza facial siempre por la mañana ayudándonos a preparar nuestra piel al día que comienza y por la noche. Con ello trataremos de eliminar tanto la suciedad endógena (productos de desecho celulares, toxinas, escamas, etc..), como la exógena (contaminación, maquillaje, etc).
Será importante la elección de un producto de calidad y adecuado en función del tipo y de las necesidades de nuestra piel, así como de nuestras preferencias.
Geles limpiadores
Existen en el mercado productos que se retiran mediante aclarado con agua. Para su utilización comenzamos humedeciendo el rostro, aplicamos posteriormente el producto emulsionándolo, aclaramos de forma abundante y secamos. Dejan sensación de frescor e incorporan distintos activos como reguladores del sebo para pieles mixtas o grasas, o activos hidratantes para pieles más secas. También encontramos aceites desmaquillantes para su utilización en pieles secas o muy secas y de aclarado con agua.
Leches limpiadoras y tónicos faciales.
Es una de las formas de limpieza mas clásicas y de textura suave. Se comienza aplicando la leche que se deja un corto periodo de tiempo para que se impregne y luego retira con algodón. Finalmente se impregna un algodón con el tónico facial y se dan pequeños toques. También podemos tonificar con aguas termales.
Aguas micelares
Por su comodidad y eficacia, formuladas para distintos tipos de pieles, encontramos el agua micelar. Para su utilización, comenzaremos con los ojos presionando suavemente con un disco de algodón y esperaremos entre 20 y 30 segundos antes de retirar (con la ayuda de un bastoncillo eliminaremos restos del lápiz de ojos y de la máscara de pestañas). Continuaremos con otro disco de algodón en la frente, las mejillas, la barbilla y la nariz, para terminar con los labios y retirar suavemente, son olvidarnos del cuello.
Exfoliantes
Toda limpieza diaria debe completare con exfoliación. Puede realizarse una o dos veces por semana, la exfoliación permite, entre otras acciones, eliminar los “puntos negros” de nuestra piel;
Existen exfoliantes con distinto tamaño de grano para pieles más sensibles o más resistentes. Para su utilización, los aplicaremos sobre el rostro ligeramente humedecido, masajearemos de 1 a 2 minutos con movimientos circulares, aclararemos con abundante agua y secaremos suavemente.
Por regla general, se debe evitar el contorno de los ojos.
Mascarillas
El ultimo paso de la limpieza se completa con las mascarillas. Se pueden utilizar una vez a la semana. Se aplican, se dejan actuar y luego lavaremos la cara con agua. Este tipo de producto mejora el aspecto de la piel y puede usarse antes de un evento, pero lo ideal es incorporarlo a nuestro ritual de belleza.