Historia de boticarios

Algo iba en los genes…, nuestro abuelo materno, que no vivió nuestro comienzo universitario, desarrolló su vida profesional como boticario comenzando su andadura en la provincia de Huesca: Lupiñén, Berdún, Alcolea de Cinca, …

Así lo relata el blog del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Huesca, en el que se puede leer cómo el Diario de Huesca publicaba:

“De paso para Jaca y después de obtener brillantes notas en su carrera de Farmacia en la Facultad de Madrid, se encuentra entre nosotros el simpático joven José María Lardiés Solano”

En 1954, José Manuel Mateos Iguacel, nuestro padre, se licenció en Farmacia por la Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona, y el 30 de mayo de 1957 adquirió la farmacia situada en el número 53 de la calle Conde de Aranda, entonces llamada General Franco, de Zaragoza. Tanto él como el auxiliar Luis Ballestín, trabajaron dedicados a la salud de los pacientes durante varias décadas, hasta su jubilación.

Poco a poco nos fuimos incorporando nosotras, primero Ana y luego Teresa Mateos Lardiés, y aquí estamos…, como siempre, intentando dar lo mejor de nosotras para mejorar la salud y calidad de vida de nuestros pacientes y usuarios.

Producto añadido a la lista de deseos
Producto añadido al comparador.