La sal o cloruro sódico (ClNa) está formada por cloro y por sodio.

El cloro, es el responsable del sabor salado. Es un sabor que somos capaces de “re-educar”, es decir, la percepción salada es variable y se puede modificar.

La sal de los alimentos es la principal fuente de sodio de nuestro organismo. El sodio actúa interviniendo en procesos como la hidratación, la trasmisión de impulsos nerviosos o la relajación muscular, entre otros y, aunque es indispensable para el buen funcionamiento de nuestro organismo, un consumo excesivo puede tener efectos perjudiciales.

Las necesidades fisiológicas de sodio variarán en función de distintos factores como la edad, el sexo, el peso, la actividad física o el estado fisiológico o patológico, pero de forma general, serán inferiores a 1-1,5g /día.

Varios organismos, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), establecen como limite máximo de ingesta en adultos sanos un consumo de 2g de sodio al día (equivalente a 5 gramos de sal/día). Actualmente, el consumo medio en España duplica este límite (en torno a 10g de sal). Diversos estudios han observado cómo una disminución en el consumo diario de sodio se relaciona con una reducción en las cifras de presión arterial y beneficios a nivel cardiovascular. 

Gramos de Sal = 2,5 x Gramos de Sodio

El 72% de la sal consumida la administramos a través de alimentos procesados (enlatados, quesos, snacks, etc.), siendo posible reducirla.

Disminuir el consumo de sal en casa:

  • Tomar con frecuencia alimentos frescos (frutas, hortalizas, verduras..), potenciando su consumo frente al consumo de alimentos procesados. Limitar el consumo de tentempiés salados.
  • No añadir sal en el cocinado sino cuando el plato está terminado. Cuidado con los condimentos ricos en sodio (salsa de soja).
  • Sustituir la sal por otras especias que den sabor.
  • Lavar antes de utilizar las conservas vegetales y legumbres.
  • Leer etiquetas de alimentos procesados.

Disminuir el consumo de sal fuera de casa:

  • Evitar platos precocinados, elegir verduras frescas / plancha.
  • Pedir que preparen tu plato con menos sal.
  • Si elegimos platos con salsas, pedir que nos las sirvan por separado, añadiendo así la cantidad deseada y evitando el exceso de sal que tienen.

Fuentes : 

Martínez-Pérez S., Coca A., Aranda P. Influencia del consumo de sal y de analgésicos efervescentes con sodio en pacientes con hipertensión y riesgo vascular. Farmacéuticos comunitarios. 2010;2(4):146-152

http://www.plancuidatemas.aesan.msssi.gob.es/

https://www.who.int/nutrition/publications/guidelines/sodium_intake/es/

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